El Shih Tzu es una raza conocida por ser sumamente cariñosa y juguetona, lo que la hace ideal para las familias con hijos pequeños, pues por su periodo de vida de hasta 15 años es una mascota que estará con ellos por mucho tiempo.
Sin embargo, al igual que con otros tipos de perros, existen padecimientos a los que es especialmente propenso y para los que deberás estar preparado si planeas llevar a este animal a casa.
Uno de ellos es el hipotiroidismo, una enfermedad que provoca un mal funcionamiento en la tiroides y por lo tanto en los procesos metabólicos; es hereditaria y si bien es tratable, no es posible curarla.
La displasia de cadera también es transmitida de manera genética, y como su nombre lo indica afecta la cadera, lo que afectará principalmente su capacidad para caminar.
Este problema puede verse acentuado por otra condición a la que el Shih Tzu es propenso, la obesidad, por lo que es importante mantener controlada su dieta, ya que es una raza a la que le encanta comer todo el tiempo.
Finalmente tenemos la atrofia progresiva de la retina, un padecimiento que afectará las facultades visuales de la mascota, no obstante se puede tratar, de lo contrario puede resultar en una ceguera.